domingo, 12 de abril de 2015

LA EDUCACIÓN COMO LA MEJOR ARMA POLÍTICA



     La Atenas del siglo V a.C, la Atenas de Pericles supone en la historia del mundo occidental un hito fundacional, ya que en ella se sentaron las bases sobre las que se construyeron nuestra cultura. 
Muchos son los cambios que en ella se dieron, pero nosotros queremos resaltar el giro que se dio en cuanto al papel conferido a la educación.

      La cultura griega se cimenta sobre las obras de Hesiodo y Homero, ambos del siglo VIII a C., en las que se recogen las tradiciones, narraciones y cosmovisiones del mundo arcaico griego, de forma que los griegos tenían suficiente con conocer estas obras - generalmente cantadas por los bardos y los poetas y transmitidas de forma oral - para que cualquier persona tuviese un conocimiento adecuado de su sociedad y su cultura. En estas obras, sobre todo en La Ilíada de Homero encontramos la noción de que la virtud es una cualidad propia de los héroes, esos seres magníficos que llevaban a término el destino del pueblo, los que dirigían a los hombres en la batalla, y que eran capaces hasta de llorar. Pero es una cualidad con la que los dioses los tocaban; no dependía de ellos tenerla o no tenerla. Nada se podía hacer por alcanzarla.

       Esta noción de virtud como algo inalcanzable por medios humanos es una de las que cambia en la Atenas del siglo V a. C. con las figuras de Sofistas, Sócrates y Platón.



       Los Sofistas fueron los primeros abogados de la historia, e hicieron de la retórica un arte poderoso,ya que lo fundaban en el relativismo y un alto grado de escepticismo. Pero ahora los traemos a colación porque para ellos cualquier persona con el entrenamiento adecuado, podía llegar a dominar este arte, hacerse dueño de su propio poder, de su propia fuerza. De su virtud, en definitiva. Este es un giro fundamental en la concepción del hombre: su grandeza le viene dada por la educación, y no por los dioses. La educación comienza a entenderse como el proceso que nos lleva a la perfección que ideamos para nuestra vida.



          Aristófanes lo presenta en Las Nubes como un sofista más, capaz de enseñar a los jóvenes a usar los argumentos típicamente sofistas para que estos los usen contra sus padres; también lo presenta como un pensador que ha creado sus propios dioses: las nubes. Esta caricatura es eso, una caricatura, donde se exageran algunos rasgos para darle la vuelta de forma que produzcan la risa. ¿Qué hay de cierto en esta imagen? Sí hay un punto de encuentro entre los sofistas y Sócrates, y es que la educación es el camino para alcanzar la virtud; que la palabra es un "poderoso soberano" (tal como decía Gorgias) para alcanzar nuestros fines. Pero la forma en la que hay que usar la palabra y el arte del lenguaje que hay que practicar para educarnos es distinto: si para los sofistas era la Retórica, para Sócrates es la Dialéctica, el arte del diálogo, de dar y tomar razones, de contrastar puntos de vista. La Dialéctica nos llevará a descubrir las verdades que están escondidas en nuestra alma, y así, una vez conocidas,una vez que hemos contemplado qué es el Bien, ya no podremos actuar mal. Esta concepción ética es conocida como Intelectualismo Ético. Las posturas filosóficas de Sócrates y sofistas son opuestas, pero para ambos la EDUCACIÓN es el camino que puede emprender el ser humano para perfeccionarse, aquello que lo va a hacer dueño de su destino.

              Muchos fueron los seguidores y defensores de Sócrates, pero el más importante de todos fue Platón, quien dejó en sus Diálogos una imagen de Sócrates que hemos acabado por entender como la más fiel. Siempre quedará la duda de hasta qué punto lo que Platón pone en boca de Socrates fue realmente fruto del pensamiento de Sócrates o más bien es una exposición de las propias ideas de Platón expuestas como propias de Sócrates. A pesar de la duda, no podemos negar que Platón le confirió al planteamiento socrático de la educación como camino de la virtud una dimensión formidable, y la convirtió en una pieza clave de su pensamiento.  




            Platón era muy joven cuando la recién repuesta democracia ateniense condenó a Sócrates, "el hombre más justo" a morir bebiendo cicuta. Este hecho, y la etapa anterior de tiranía, hicieron que  Platón se desengañase de la política de su época, y que llevara su filosofía a planteamientos de cómo sería el mejor gobierno. Platón propuso una ARISTOCRACIA DE LOS MÁS SABIOS, un República donde los filósofos serían los gobernantes, ya que sus almas habían contemplado por más tiempo el mundo de las Ideas, y por ello, eran los podrían organizar el mundo de los Sentidos tal como está organizado el mundo de las Ideas. Platón proponía comenzar educando a todos los niñ@s (niños y niñas, lo que constituye una gran novedad en el mundo griego) de la misma manera: empezar con aritmética básica, gimnasia y música para continuar luego con las artes y conocimientos propios del mundo de los sentidos, luego, a los más aptos de entre estos, se les educaría en la Geometría y la Astronomía, para llegar ,  por último, y solo para los más excelentes , al cultivo de la Dialéctica. Es decir, Platón propone una selección por medio de la educación,la única vía capaz de detectar a los mejores gobernantes, y saber que éstos tendrán una grandeza de alma tal que se sacrificarían por el bien común. Para Platón lo único que puede sacar a la ciudad de la mediocridad y la corrupción es la educación.


              Nosotros coincidimos con estos autores en que la educación es la herramienta más poderosa para salir de los malos tiempos y encontrar lo mejor que tiene cada persona dentro de sí misma.




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